Allá por finales de los años ochenta y principios de los noventa, cuando acababa de hacer la selectividad, era muy raro plantearse hacer un curso de Formación Profesional, ya que la verdadera vía para obtener trabajo estaba en la realización de una carrera. Por eso mucha gente durante la década de los noventa hizo la selectividad.
Durante el principio de los dos mil pude conocer de primera mano cual era el pensamiento sobre la Formación Profesional, gracias al hijo de mi hermana mayor, que por esa época iba al instituto. En ese momento, y debido al auge de la construcción, la Formación Profesional empezó a ser famosa entre los jóvenes, porque en un breve lapso de tiempo te introducía directamente al mercado laboral sin tener que estudiar los cinco años que duraba una carrera.
Actualmente con la entrada de la crisis, la subida de tasas universitarias, los planes de estudio y, sobre todo, por la gran cantidad de cursos de Formación Profesional, se está reviviendo un auge de este tipo de preparación. Este tipo de cursos están formados por un sistema dual de teoría y práctica, bastante alejado de lo que se encuentra normalmente en las universidades.
Existe una gran distancia entre el mundo académico y las necesidades de las empresas. Las universidades siguen empeñadas en sistemas de enseñanzas en los que la teoría predomina, dejando la práctica relegada a los últimos cursos o a meros trabajos. Existen muchos ejemplos que pueden confirmar esto.
El más hiriente es el caso de la carrera de Derecho. La carrera de Derecho es una de las más socorridas por los jóvenes debido a la gran cantidad de salidas profesionales. Con la introducción de los grados la carrera de derecho pasó de estar dividida de cinco a cuatro años. Ese último año se compensaba con el Master de la Abogacía o de la Procura, que son eminentemente prácticos, ya que preparan para el ejercicio por cuenta propia. Esto muestra un paradigma, pues durante la carrera se estudia el Derecho Positivo, pero no se practica, lo que es un error por el que se tiene que pagar un Master.
Según Ramón Paredes, presidente de la Comisión de Formación de la Cámara de España, “Hay oficios en los que se puede llegar a ganar más que con una carrera universitaria». Esto muestra el paradigma de la actual situación educativa, sobre todo si nos fijamos a los conocimientos aplicables a las nuevas tecnologías. En este tipo de conocimientos el avance es tan rápido que no se es lo suficientemente rápido para adaptar los programas educativos.
Además, hay que destacar que las nuevas generaciones que han crecido durante la crisis tienen muy claro que la idea de tener un puesto fijo con un sueldo fijo durante toda la vida ha cambiado. Y son más valientes a la hora de emprender y montar nuevos negocios, como por ejemplo start up’s económicas.
Los cursos de Formación Profesional más demandados
Dado que la Formación Profesional cada vez se demanda más dado que se desarrollan más conocimientos prácticos, los estudios de Administración y Gestión de empresas son los que cuentan con más salidas profesionales. Según un estudio sobre empleabilidad y formación profesional, elaborado por Adecco, un 30% de las ofertas se dirige a titulados de estos ciclos. El área de Administración y Gestión es la que cuenta con más salidas con un 12,4% de las ofertas de empleo, seguidos por el ámbito de la informática y comunicaciones con un 9,7%.
Por estos motivos, escuelas de estudios superiores y universitarios como Formatic Barcelona ofrecen cursos de Formación Profesional desde hace más de 40 años. Estudiar en Escuelas de prestigio hace mucho más fácil entrar al mercado laboral gracias a los convenios con prácticas, y sus muchas posibilidades de difícil acceso en institutos públicos.
En conclusión, la idea de que estudiar una carrera te traerá trabajo ya no es tan cierta como lo era antes. Actualmente las empresas demandan perfiles profesionales alejados de los perfiles universitarios, y estos perfiles son los que quedan cubiertos bajo el paraguas de los cursos de Formación Profesional.