Existen muchos momentos, durante el tiempo que una empresa está realizando su objeto social, en los que se necesita asesoramiento por parte de terceros. Ya sea para analizar el estado de las cuentas realizando auditorías, para conocer tus opciones legales respecto a diferentes temas, o para desarrollar un producto nuevo.
Actualmente la tendencia del mercado respecto a la creación de empresas es muy positiva. Cada vez más son los trabajadores que deciden emprender, y crear una empresa. Estas nuevas empresas se denominan “start-up”, y tienen una característica muy especial, y es que, en muchos casos pueden crecer hasta ocupar posiciones destacadas en el mercado.
Se puede ver un ejemplo del éxito de las Start Up en los Estados Unidos, concretamente en Silicon Valley, donde las empresas de nueva creación llaman la atención de muchos inversores, y con el apoyo de estos pueden a llegar productos o servicios que, en muchos casos, consiguen llamar la atención de las grandes empresas como Google, Apple o Microsoft. Estas grandes empresas suelen comprar las Start Up para que desarrollen su producto adaptado a sus plataformas de software y hardware, lo que supone un gran ingreso económico para fundadores e inversores.
Si bien es cierto lo mencionado hasta ahora, no solo las empresas de nueva creación solicitan asesoramiento. Las empresas con experiencia y recorrido en un sector, necesitan ideas frescas que les hagan innovar y seguir estando a la vanguardia del sector. Porque seamos claros, la idea de impresa inmovilista ha cambiado, y ahora una empresa que no innova en el mercado, o no tiene nuevas ideas, está avocada de una manera o de la otra al fracaso.
Siempre pongo un ejemplo muy claro para ilustrar esto último. En el sector de la escritura fina, es decir, el mercado de las plumas estilográficas o plumillas, la innovación es algo que lleva a las empresas a reinventar las versiones de sus plumas, o a desarrollar unas totalmente diferentes. Se puede pensar que este mercado está muerto, debido al uso de las nuevas tecnologías. Pero esto no es ni mucho menos cierto, ya que este mercado perdura en el tiempo como se puede comprobar en los catálogos de las papelerías.
El asesoramiento es el camino
Por tanto, las empresas de nueva creación, como las que ya tienen un recorrido en el mercado necesitan asesoramiento por parte de distintos profesionales para llevar a cabo sus actividades, para innovar o para ser más eficientes. Pero el asesoramiento tiene una doble cara, y es que puede salir muy bien si la empresa de asesoramiento es profesional, pero si no hay un buen entendimiento entre compañías, la experiencia puede llegar a ser un verdadero desastre.
Por eso existen unas claves para tener éxito en el asesoramiento. Estas claves son puntos a tener en cuenta tanto antes de la elección de la empresa, como durante el transcurso del asesoramiento.
En primer lugar, y previamente a comenzar la relación comercial, hay que destacar que para que el asesoramiento sea exitoso, tiene que conformar un servicio global y mantenido en el curso; y esto es así porque los resultados se suelen obtener en el medio-largo plazo, no en el corto. En segundo lugar debe de haber una confianza plena con la empresa asesora y esta con el cliente, ya que la información debe de fluir por ambos lados. El cliente ha de entender lo que pretende la empresa asesora, y ha de involucrarse con ella para conseguir los mejores resultados. Por último, hay que destacar que, por ambas partes, ha de buscarse la diversificación de la inversión, ya que es importante para minimizar riesgos.
Las empresas asesoras hay muchas pero las que ahora tienen más auge son aquellas que se dedican a asesorar para la expansión de empresas a otros mercados. Y es que existen empresas, como Industrias Duero (una empresa de seguridad vial reconocida a nivel internacional), que, gracias a la expansión internacional, han conseguido realizar proyectos visibles y de reconocida importancia.
Por tanto, merece la pena contar con asesoramiento durante las diferentes etapas del desarrollo de una mercantil, ya que se ha de evolucionar a la vez que el mercado, y en muchas ocasiones tener una empresa que lo conozca es clave.