Cumplir plazos de todo tipo, intentar mantener todas las relaciones interpersonales y el orden en el hogar. Es simplemente agotador. ¿Cómo encontrar la motivación suficiente para hacer deporte en medio de todo esto? Si esto es un desafío para ti, debes saber que no estás solo, ya seas un principiante que lucha por encontrar la determinación para comenzar o un deportista avanzado que busca formas de continuar con su entrenamiento. ¡Ven a descubrir cómo motivarte para hacer ejercicio!
Por qué la motivación para hacer ejercicio es clave
La motivación puede tomar muchas formas. Sin embargo, en todos ellos, el motor del éxito en todos los ámbitos de la vida es el ejercicio, incluido el ejercicio físico. Sin ella, es fácil volver a caer en viejos hábitos y abandonar sus objetivos.
Los principiantes necesitan motivación para comenzar a hacer ejercicio y superar los obstáculos iniciales.
Para los entusiastas del fitness, la motivación es clave para mantener el progreso y alcanzar nuevos hitos.
Tipos de motivación y su papel en el fitness
Hay dos tipos principales de motivación: intrínseca y extrínseca, y cada una tiene su propia función.
- La motivación intrínseca viene de nuestro interior. Es nuestro impulso interno y la alegría del ejercicio en sí, no porque sientas que tienes que hacerlo, por ejemplo. perder peso.
- La motivación extrínseca, por otro lado, proviene del entorno. Puede incluir el deseo de impresionar a otros, estar saludable para su familia o lograr una determinada apariencia física.
Es importante recordar que ninguna motivación para hacer ejercicio es necesariamente mala si te ayuda a alcanzar tus objetivos; al contrario, las dos motivaciones a menudo se complementan entre sí. Una vez que entiendas qué te motiva, puedes aprovechar esa energía y transferirla a tu rutina de ejercicios. La clave es encontrar un equilibrio que funcione para ti.
¿Cómo motivarse para hacer ejercicio? 5 consejos prácticos
Ahora que sabes por qué es importante la motivación y qué formas adopta, veamos los consejos específicos que nos ha proporcionado Laura, entrenadora de Despierta y Entrena, sobre cómo encontrarla y mantenerla.
1. Establece objetivos realistas e inteligentes
Una de las formas más efectivas de mantenerse motivado es establecer objetivos inteligentes: específicos, medibles, alcanzables, relevantes y limitados en el tiempo.
Si, por ejemplo, tu objetivo es perder peso, en lugar de decir vagamente «Quiero perder peso», di para ti mismo: «Quiero perder 5 kg en 3 meses haciendo ejercicio tres veces por semana y cuidando mi consumo de calorías». Un objetivo de este tipo te proporcionará un plan claro y te permitirá mantenerse en el camino hacia tu objetivo.
2. Encuentra un compañero de entrenamiento
Hacer ejercicio con un amigo puede ser un gran motivador. No sólo es más divertido, sino que también consigues a alguien que te apoya cuando no tienes ganas, y viceversa. Un compromiso con otra persona puede ser un poderoso motivador para garantizar que cumples con tu rutina de ejercicios.
Si no tienes amigos activos, intenta unirte a clases grupales.
3. Encuentra una forma divertida de moverte
Elige una actividad en que disfrutes para hacer del ejercicio una parte placentera de tu vida. No tiene por qué ser solo el gimnasio: prueba bailar, nadar, hacer yoga o incluso caminar en la naturaleza. Cuando disfrutas del ejercicio, es más fácil encontrar la motivación para hacerlo regularmente.
4. Crea un plan sólido y cúmplelo
Programa tu entrenamiento en tu calendario como cualquier otra cita importante. Si reservas un tiempo específico para hacer ejercicio, tendrás más probabilidades de no perderlo.
Puede ser útil determinar, por ejemplo, que harás ejercicio todos los lunes, miércoles y viernes después del trabajo.
5. Recompénsate por el progreso
Date una pequeña recompensa por cada ejercicio completado o hito que alcances. La recompensa no tiene por qué ser material ni comestible: puedes darte el gusto de relajarte en el baño, ver tu serie favorita o reservar tiempo para otra actividad favorita. Pequeñas recompensas reforzarán la asociación positiva con el ejercicio.
Supera fácilmente los obstáculos comunes a la motivación
“¡No tengo tiempo!”
Uno de los mayores obstáculos para muchos es la falta de tiempo. La clave es darse cuenta de que incluso el ejercicio corto pero regular tiene grandes beneficios.
Intenta incorporar breves “rituales de fitness” en tu rutina diaria. Incluso un ejercicio de diez minutos por la mañana o una caminata por la tarde tendrán un efecto positivo en tu estado físico.
Pero también sé honesto contigo mismo: ¿ Realmente no tienes tiempo o simplemente no le estás dando la prioridad suficiente?
«¡No tengo energía para esto todo el día!»
El segundo gran obstáculo a menudo es la falta de energía. La solución puede ser ajustar tu dieta y rutina de sueño para sentirte con más energía.
Una dieta rica en vitaminas y minerales, un sueño regular y un descanso suficiente son factores clave que afectan tu energía y tu deseo de hacer ejercicio.
¿Por qué hacer ejercicio de forma saludable?
- Mejorar la salud física: el ejercicio promueve la salud del corazón, los pulmones y los músculos. La actividad regular reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, infarto de miocardio, diabetes tipo 2, osteoporosis y obesidad.
- Bienestar psicológico: Al movernos se liberan endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad, que mejoran el estado de ánimo, reducen el estrés y combaten la ansiedad o la depresión.
- Mayor energía: El ejercicio regular mejora la circulación sanguínea, suministra oxígeno al cuerpo y aumenta la energía general, lo que ayuda a afrontar mejor las tareas diarias.
- Peso corporal saludable: el ejercicio ayuda a mantener un equilibrio entre la ingesta y el gasto de calorías, lo cual es importante para prevenir el sobrepeso y la obesidad.
- Mejorar la calidad del sueño: La actividad física puede conducir a un mejor conciliar el sueño y a un sueño más profundo, lo que contribuye a la regeneración del cuerpo y la mente.
El ejercicio también mejora la confianza en uno mismo y el sentido de autoestima , lo cual es clave para mantener la motivación a largo plazo. Cuando ves los resultados de tu arduo trabajo no sólo en tu cuerpo sino también en tu psique, es un poderoso impulso para seguir adelante.
¿Cómo hacer ejercicio de forma saludable?
- Encuentra una actividad que disfrutes: elige un movimiento que te produzca alegría: puede ser bailar, hacer yoga, andar en bicicleta, correr, nadar o incluso caminar en la naturaleza. Si lo disfrutas estarás más motivado para continuar.
- Comienza lentamente: si no estás acostumbrado/a a hacer ejercicio con regularidad, comienza gradualmente. Por ejemplo, una caminata de 20 minutos al día o ejercicio ligero unas cuantas veces a la semana es un buen comienzo.
- Alterna diferentes tipos de actividades: combina cardio (correr, caminar, nadar) con entrenamiento de fuerza (ejercicios en casa, mancuernas, pilates) y actividades de flexibilidad (yoga, estiramientos). Esto ayudará al cuerpo en todos los aspectos.
- Presta atención a la técnica adecuada y a la recuperación: los malos hábitos de movimiento pueden provocar lesiones y dolor. Si no estás seguro de la técnica, intenta consultar con un experto o entrenador. No olvides descansar entre los entrenamientos.
- La regularidad es clave: elige un ritmo que funcione para ti. Lo ideal es realizar actividad física al menos 150 minutos a la semana, distribuidos en varios días.
- Escucha a tu cuerpo: el movimiento no debe doler. Si te sientes cansado o tienes dolor muscular, tómate un descanso o reduce la intensidad.
- Inspírate: A veces la mejor motivación es ver cómo otros han tenido éxito. Las historias de personas que han superado obstáculos y logrado sus objetivos pueden ser extremadamente inspiradoras. Ya sea alguien que perdió decenas de kilos o alguien que corrió su primera maratón a los 50 años, estas historias demuestran que con determinación y la motivación adecuada, todo es posible.
Conclusión
Cada uno de nosotros tiene su propio camino para encontrar la motivación para hacer ejercicio, y es importante recordar que es un proceso. Prueba algunos de estos consejos e inspírate con las historias de aquellos que ya han dado el primer paso en el camino hacia una mejor versión de sí mismos.
Y no lo olvides: hacer ejercicio debe ser un placer, no una tarea. ¡Así que diviértete y disfruta cada paso en tu viaje hacia la salud y la felicidad!