Traductores, desconocidos siempre presentes

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No lo tenemos en cuenta ni somos conscientes de su presencia en gran parte de nuestro día a día. Pero están ahí, en las sombras, haciendo posible el entendimiento más globalizado posible, más universal. La figura de los traductores es tan cercana como desconocida. No reparamos en ello, pero cada vez que leemos un libro de un autor extranjero, buscamos en internet o vemos una película, los traductores están ahí. Bueno, no ellos, su trabajo. No gozan de prestigio ni reconocimiento, al menos no el debido, aunque para ellos, lo más importante, es hacer bien su trabajo.  

Nuestros amigos de Traduspanish, expertos en traducción técnica y jurídica entre otras, nos han hablado de su profesión y de los tipos de traducción que podemos encontrar. Con objeto de dar a conocer un poco más esta profesión, tan interesante, vamos a escribir este artículo. Quien sabe si, tal vez, sea traducido a diversos idiomas.  

Para empezar, vamos a definir brevemente en que consiste la traducción. A grandes rasgos, se trata de una actividad, o arte, que consiste en la comprensión de un texto en un idioma, denominado como texto de origen o salida, para crear un texto con el significado equivalente en otro idioma, al que se conoce como texto traducido o meta. De esta manera, el texto de origen se hace comprensible para los que desconocen el idioma porque llega a ellos, en su idioma nativo. Es decir, el traductor, es capaz de comprender y entender el significado de un texto redactado en un idioma concreto y trasladarlo a un idioma diferente, conservando el significado original. Sin cambiar el sentido del texto.  

Es muy habitual que todos traduzcamos algo en algún momento, sea por motivos laborales, culturales o de ocio, es fácil encontrarse con todo tipo de idiomas en nuestro día a día y surja la necesidad de traducir aunque sea, algunas palabras para comprender el significado de un texto o algo que intentamos hacer. Se puede llegar a creer que, ser bilingüe o poliglota, te convierte en traductor, pero no es así. La traducción, va un paso más allá, siendo una profesión en toda regla.  

Los profesionales del sector, afirman que se trata de una profesión con mucho intrusismo, puesto que mucha gente por saber idiomas, se siente en la capacidad de traducir textos cuando no es así. Insisten y, con toda la razón, en que un profano culinario, no postularía ha chef de cocina por haber visto muchos talent shows de cocina o a ingenieros jede por cursar alguna asignatura relacionada con la ingeniería. Pero si sucede en el caso de la traducción. Cualquiera se cree capacitado. 

Qué es realmente la traducción 

Traducir no consiste en hacer un cambio de palabras. La traducción profesional, conlleva el desarme del texto escrito, desmenuzarlo, comprenderlo y armarlo de nuevo, añadiéndole el ritmo necesario que respete en todo momento el documento original. Tono, ritmo, cadencia…  el resultado final, depende de una serie de variables que se relacionan directamente con estos aspectos, con el contexto, el estilo y el registro, además de una serie de aspectos culturales que únicamente el traductor preparado, con la escuela suficiente y la necesaria competencia lingüística, cultural y textual del idioma de origen, es capaz de plasmar.  

No se trata de interpretar ni de ser literal, se trata de hacer que el texto original, cobre sentido para los lectores en otros idiomas, respetando siempre el sentido del texto primigenio. Por lo tanto, este trabajo tan poco valorado, debe ser más reconocido y debemos dejar de pensar que cualquiera es capaz de traducir un texto con rigor. Todos en mayor o menor medida podemos valernos de nuestros mínimos conocimientos para entender algo en otro idioma, pero la comprensión absoluta para trasmitirlo a terceros con veracidad, es otra historia.  

De ahí que, los traductores, sean tan importantes en nuestro día a día. Estén presentes en el libro que leemos, las instrucciones de cualquier aparato que usemos, la caja de galletas y, por supuesto en esas películas que vemos en la tele, el cine o los canales de streaming. La gran mayoría de información que recibimos a diario, no es originaria de nuestro país.  

Sin darnos cuenta, hemos asumido que todo es así: las etiquetas con varios idiomas en los que el nuestro informa de lo que tenemos entre manos, las películas o libros que vemos y leemos, las noticias que escuchamos… Pero hay un trabajo detrás. En gran medida, toda esa información, ha pasado antes por las manos de un traductor que, ha hecho posible que entendamos todo eso.  

De no ser por los traductores, no habríamos podido leer a los grandes autores de otras épocas o países. Ni haber ampliado o compartido conocimientos. Como decía el premio Novel de Literatura, José Saramago “los escritores hacen la literatura nacional y los traductores hacen la literatura universal”. Así es y, no exclusivamente en la literatura. No debemos olvidar que todo, se escribe antes de comunicarse.  

En resumen, podemos decir que, la traducción, consiste en un proceso complejo. El principal objetivo de una traducción, es transcribir un texto escrito en un idioma a otro diferente. Aunque no es lo mismo, obviamente traducir una novela, un artículo científico, un anuncio publicitario o un texto jurídico, por lo que podemos encontrarnos con diferentes tipos de traducción. Cada tipo con una especialización adecuada y una serie de exigencias concretas.  

Conviene hacer un apunte en este punto, pues, hay que saber diferenciar la traducción de su compañera la interpretación. Aunque ocasionalmente se utilicen como sinónimos, no son lo mismo ni pueden equipararse. Una traducción es siempre un texto escrito y consiste en reproducir dicho texto en otro idioma. La interpretación es siempre oral y supone la transmisión de un mensaje de una lengua a otra en el momento, de manera simultanea o consecutiva. Los traductores pueden valerse de diccionarios o material de consulta ante la duda, mientras que los intérpretes, deben conocer exhaustivamente el idioma para poder hacer esa traducción en el momento y reproducirlo en otro idioma. 

Traducción en función de su finalidad 

Aunque no se trata de una clasificación estricta ni rígida, la traducción se diferencia en función del área o sector en el que se realice. De tal manera que podemos encontrarnos con una variedad de tipos entre los que vamos a destacar los siguientes. 

Quizá la más conocida y utilizada, aunque este mas que asimilada y no la tengamos en mucha consideración, es la traducción literaria. Esta incluye la traducción de todo tipo de textos literarios como novelas, obras de teatro, cuentos, poesía, etc. Es fundamental en estos casos, respetar la obra original, el estilo, los registros… algo que complica notablemente la labor, sobre todo en casos como la poseía, donde la rima y la métrica, cambian de un idioma a otro.  

En el ámbito legal, encontramos lo que se conoce como traducción jurada. Esta tiene carácter oficial y validez legal. Se utiliza fundamentalmente en los trámites que se realizan en los organismos públicos y privados, como certificados de matrimonio, escrituras, poderes notariales, certificados penales, etc. Para dedicarse a este tipo de traducción, hay que estar habilitado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y de Cooperación.  

En el área comercial, es también esencial la presencia de un traductor. Esta área se relaciona directamente con la publicidad y el marketing, ofrece a su vez, varios tipos en función del ámbito en el que se mueva: marketing empresarial (estudios de mercado, planes de negocio, informes del sector, etc.), contenido online (anuncios, artículos de blogs, fichas de productos y servicios, correos electrónicos, etc.) y publicidad (campañas publicitarias, folletos, catálogos…). 

El sector del turismo, inevitablemente, debe contar con un amplio trabajo de traducción detrás. Aunque puede englobarse dentro de la traducción comercial, sus particularidades hacen que posea el suficiente peso como para contar con su propia necesidad de especialización. Guías de viaje, planos, folletos, información gastronómica o alojamientos, deben traducirse para que todo el mundo, sepa lo que se ofrece.  

Otro sector que, además, está en auge continúo debido a las plataformas online, es el audiovisual. Para que los contenidos lleguen a más y más personas, es indispensable la traducción audiovisual. Desde los guiones y subtítulos, fundamentales para series, documentales, videos publicitarios, etc., hasta para personas con discapacidad auditiva. Dentro de esta rama, encontramos la traducción y adaptación de temas musicales, videojuegos y apps con manuales de instrucciones, descripciones, interfaz de usuario o preguntas frecuentes.  

Para concluir, aunque existen más ramas de la traducción, solo las señalaremos de pasada. Siendo las traducciones especializadas que incluyen la traducción técnica, médica y farmacéutica, así como la científica, cuya característica principal es su lenguaje técnico y especifico aparte de sus características propias y las institucionales, jurídicas y administrativa y económica, las más desconocidas.  

Todas estas áreas, cuentan con sus traductores, encargados de que toda la sociedad y, todas las sociedades, dispongamos de la información necesaria, en el idioma que entendemos.  

Solo nos queda añadir que, el oficio del traductor debería tener mayor visibilidad y consideración, pues sin estos profesionales, la mayoría de nosotros, no podríamos tener más conocimiento que el elemental. Ellos son los encargados de que toda la información, se transmita de forma comprensible.  

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