Hoy en día se está experimentando una revolución de la personalización de las botellas y etiquetas en el mundo del vino, quizá debido a la tendencia de los consumidores de prestar mucha atención al diseño y personalidad que transmiten los productos y elegir uno u otro dependiendo de la sensación de pertenencia e identidad que generan en ellos.
Y es que sucede que en un primer contacto del producto con el consumidor el packaging se encarga de transmitirles e informarles lo que puede contener en su interior. Y justamente para que haya ese primer contacto visual que provoque curiosidad hay que conseguir diferenciarse del resto. Así, un buen packaging puede hacer que tu producto sea el primero en verse o el que más atención reclame.
Un packaging que provoque las sensaciones correctas puede incluso llegar a hacer que se elija el producto más caro. Esto porque últimamente la gente prefiere pagar algo más y tener algo de calidad o exclusividad que por un producto más barato y que quizá no guste.
Algunas técnicas de diseño de botellas de vino
Lo primero que hay que explicar es que al momento de diseñar una botella de vino, las etiquetas son los elementos estrella.
Serijerez, expertos en la impresión de botellas para empresas y particulares, nos comenta que una técnica muy utilizada para el diseño de las etiquetas y las botellas es la serigrafía, la cual representa una alternativa más atractiva al etiquetado tradicional y representa una variedad de ventajas a nivel de diseño y marketing. Siendo, la variación favorita del área, la serigrafía vitrificada, ya que es la que aporta mayor resistencia al decorado al realizarse a temperaturas muy altas.
La impresión directa aporta al envase una presencia más pura y limpia. Además es más sostenible que aplicar etiquetas de papel o plástico, lo cual te posiciona en la tendencia eco que tanto se está practicando hoy en día tanto por consumidores como por empresas.
Otra ventaja de esta técnica es que se pueden realizar decorados que envuelvan por completo la botella, cosa que con una etiqueta tradicional el diseño queda visualmente enmarcado. Además que aporta una imagen Premium al producto.
Igualmente, al poder hacer diferentes acabados también se juega un poco con las sensaciones, por ejemplo un tacto melocotón, una serigrafía con algo de relieve, zonas con o sin pintura…
Por su parte, la serigrafía orgánica es una técnica ideal en caso de querer usar colores más llamativos; es una técnica que propone un abanico de tintas muy extenso respecto a la serigrafía vitrificada.
Lo siguiente que más se emplea son los recubrimientos completos o parciales. Estos crean degradados ascendentes o descendentes y dejan partes del producto a la vista. Con los recubrimientos la serigrafía pasa a ser con tintes orgánicos, los cuales se cuecen a menor temperatura que los vitrificados y eso hace que el decorado sea más frágil.
Por ejemplo, los recubrimientos mateados crean un efecto helado, reservas para dejar zonas o dibujos sin pintar, calcas con las que hacer muchos colores o detalles y tampografia para decorar superficies no circulares.
No obstante hay muchas técnicas que explorar y la aplicación de una u otra opción depende de la zona que se quiera decorar. Es decir, para realizar una serigrafía necesitamos que la superficie a decorar sea circular o con cierta curva. Por ejemplo, en una botella cuadrada se tiene que hacer con otras técnicas (tampografía, calcomanía) porque la serigrafía no llega en determinadas áreas del envase.
Tendencias en la personalización de productos en vidrio
En cuestión de tendencias, los clientes suelen demandar mucho la técnica de la serigrafía, debido a sus múltiples beneficios; sin embargo, algunos clientes aún apuestan por diseños con etiquetas de papel, siempre que sean lo suficientemente originales y elaborados para darle un toque Premium al producto.
Mientras que en lo que se refiere a los recubrimientos, se tiende a un acabado mate, con un tacto suave y resbaladizo que crea una sensación muy agradable al tacto.
Otra tendencia es incluso diseñar la forma de la botella desde cero. Algunas empresas especializadas pueden realizar el diseño estructural de la misma, por ejemplo en caso de que se quiera hacer una botella, copa, jarra, vaso… etc., con molde propio y exclusivo, y además el diseño gráfico. También, pueden partir de una etiqueta y adaptar el diseño y modificarlo a un decorado con serigrafía.
La tendencia hacia la moda retro o vintage también se suele pedir mucho en el mundo del diseño de botellas. Lo artesano luce una apariencia antigua ya que la idea es hacer las cosas de forma tradicional. Por ello, las botellas que tienen su propia historia son perfecta para este tipo de diseño, ya que les permite transmitir esta personalidad al público y se valen de la información en las etiquetas para contar su historia. Esas mismas botellas con historia son botellas que antes se utilizaban en farmacias o que han ido asociadas en un principio a ciertos productos.
Incluso, puede ser interesante en este caso la creación de botellas especiales que unen un espíritu antiguo con requisitos modernos, por ejemplo. Y es que como hemos dicho antes, aporta una imagen más pura y limpia, que destaca mucho.
Primero recuperamos una botella con la que conseguimos transportarnos a aquella época, y realizando un diseño con tipografías de la época lo evocamos aun más. Aunque aquí es donde podemos mezclar épocas: una botella clásica y con personalidad junto a un diseño moderno.
Así, estas tendencias han terminado migrando a otras áreas del mercado y ya no solo se limitan al mundo del vino. Por ejemplo, el sector de las mieles, el agua, cervezas, los licores y el aceite están comenzando a aplicarlas.
En el mundo del packaging se aprecia cada vez más la personalización, las tiradas más pequeñas, cada vez más producto Premium, sobre todo en el sector oleícola. El aceite de oliva es un tesoro gastronómico y algo muy representativo de la gastronomía mediterránea, y como producto premium que es muchas almazaras optan por añadirle más valor y prestigio mediante el packaging.
Lo que se busca, por lo general, es conseguir un diseño totalmente funcional. Es decir, hay diseños que son muy bonitos pero luego no se pueden realizar debido a las limitaciones de las máquinas o de las técnicas de impresión. Por lo que se debe partir de un diseño totalmente real que no se tenga que modificar después o que el cliente tenga que contactar con su diseñador, etc. Así, el cliente puede disfrutar de la comodidad de hacerlo todo desde un mismo sitio, el diseño, la producción y el transporte si se quiere también.
El valor añadido del diseño de las botellas
Al elaborar un diseño desde cero, sobre todo cuando se diseña la forma de la botella en sí misma, se toma muy en cuenta al cliente y sus requisitos. Se personaliza al máximo el producto, dándole un toque único que de seguro la diferencia de los demás productos en las repisas de las tiendas. Justo lo que hace que un consumidor se vea inclinado a elegir dicho producto.
Además, la mayoría de las empresas disponen de certificado de calidad ISO 9001 para garantizar que la calidad del producto es la esperada.
Eso sin contar que puedes delegar en estos especialistas todo el proceso de elaboración, desde la elaboración de las mismas hasta el transporte del producto.
La influencia de las etiquetas sobre los consumidores
Como dijimos anteriormente, las etiquetas de la botella son el elemento estrella. Una vez que la botella ha llegado a las estanterías de la tienda, estas son las encargadas de atrapar a los consumidores y conseguir una venta.
Tal como lo demuestra el estudio realizado por wine.net la mayoría de los consumidores escogen el vino por la etiqueta. No es de extrañar, ya que una etiqueta puede sugerir y decir mucho de un vino: puede hacer que parezca muy caro (aunque no lo sea), que parezca fresco o moderno, o sugerir un determinado sabor.
La etiqueta también transmite información que, en función del país de origen, incluso es obligatoria por motivos legales y normativos. Además de la información normativa, también es crucial la redacción de la etiqueta: aquí es donde puedes describir el vino, su región de origen y el productor. Así, este texto es tan importante como el mensaje que figura en un cartel publicitario: es donde la marca puede apelar a sus consumidores.
El consumo de vino en todo el mundo sigue en aumento y se están popularizando cada vez más especialmente las pequeñas bodegas y los vinos de producción natural y ecológica, por lo que también se está incrementando la selección en las tiendas o supermercados. Por esto, es que también ha aumentado el interés de los productores de vino por destacarse para llamar la atención del consumidor, pero también la de presentar su vino con sus mejores galas, contar una historia y, lo que es más importante, lograr que a todos les apetezca probar su vino.