A la hora de emprender un negocio, todos aquellos consejos que nos puedan dar son muy importantes y es que de ellos aprenderemos para poder progresar como empresarios. Esto es una máxima que debemos de seguir al pie de la letra siempre que estemos emprendiendo un nuevo proyecto laboral que sea desconocido para nosotros o, en el caso de que sea conocido, que lo pongamos en marcha en un lugar diferente al que estamos habituados.
Sin embargo, no todos los consejos que podemos recibir son igualmente de efectivos o de veraces, es por ello por lo que solo nos debemos de fiar de las fuentes más contrastadas y de nuestro núcleo más cercano, ya que, de lo contrario, podremos encontrarnos con sorpresas que nos impliquen perder dinero. Así, a lo largo de las siguientes líneas os queremos dar algunos de los mejores consejos en lo que a la pizarra respecta y es que este es uno de los materiales más de moda en nuestro país y, por ello, para que no nos den gato con liebre, lo más sensato es que lo conozcamos de primera mano para poder trabajar con él de la mejor forma posible.
La pizarra es un material al que también conocemos como roca fósil. Se trata de una roca metamórfica de estructura foliada, densa y de grano fino. La forma más común que tenemos de encontrarla es en forma de delgadas capas o láminas y proviene de la transformación de lutitas y otras rocas sedimentarias clásticas de grano menudo. Así, tras saber esto, solo nos queda añadir que está compuesta principalmente por cuarzo y moscovita, minerales de arcilla y feldespatos, además de pequeñas muestras de clorita y hematita.
Este material está cada vez más de moda y prueba de ello es que el precio de la pizarra subió un 2,6% con respecto a 2018, de tal forma que la tonelada alcanza los 545 euros de precio medio, una tarifa que no se recuerda desde el 2013 y que, sin duda, llena de alegría a las familias de la comarca de Valdeorras, en Ourense, uno de los puntos desde el cual más pizarra se extrae y se exporta al resto del mundo. Un trabajo en el que no solo intervienen las empresas extractoras, sino que existen otras muchas que le dan forma a la roca para poder venderla y darle uno de los múltiples usos que tiene en nuestro día a día. Así, si vosotros estáis pensando en poner pizarra en vuestra casa o en vuestro negocio, nosotros os recomendamos que tratéis directamente con Pizarras y derivados y es que ellos son expertos en este producto y, por supuesto, solo trabajan con pizarra de primera calidad, por lo que tendremos garantía de éxito. Además, en el caso de que la compremos para revenderla en nuestra zona, debemos de tener en cuenta que podemos encontrar este material en diferentes tipos, tales como:
- Pizarra bituminosa: esta presenta abundante querógeno o material orgánico, el cual, tras ser sometido al proceso de destilación puede llegar a derivar en petróleo. Se forma por la acumulación de desechos de algas y otras materias orgánicas en estuarios, lagos o ríos.
- Pizarra micácea: en este caso está compuesta por arcilla, rocas sedimentarias carbonatadas y areniscas micáceas, o muscovita, impregnadas de materiales ferruginosos. Con frecuencia se asocia a la limonita negruzca.
- Pizarra ferruginosa: cuando hablamos de ella, debemos de tener en cuenta que está considerada una roca detrítica rica en óxidos de hierro. Es de color rojizo y textura áspera. La encontramos fácilmente en la naturaleza cubierta de limonita marrón.
- Pizarra sericítica: esta tiene un alto contenido de micas clorita y sericita, además de pequeñas cantidades de cuarzo. Es una roca suave, de aspecto sedoso o nacarado.
- Pizarra caliza: está formada de arcilla y cuarzo. Puede llegar a contener trazas de magnesita y otros carbonatos, pero el elemento predominante es la calcita o carbonato cálcico.
- Pizarra filadios: se les llama así a las pelitas consolidadas a altas presiones y de visible estratificación.
¿Existen otras formas de clasificar a la pizarra?
Además de la clasificación que os hemos mencionado, lo cierto es que podemos encontrar otras diferentes, así que no es de extrañar que se hable de pizarras metamórficas para referirse a las filitas y micacitas, aunque, en este caso, no hay claras diferencias en el mecanismo de compactación de ellas. Aún así, si hablamos de la filita, nos referimos a una roca de grado intermedio entre la pizarra y el esquisto, siendo la micacita, una variedad de este último. Pero lo cierto es que todas estas que os mencionamos son de carácter esquistoso, compuestas de rocas ígneas básicas y rocas pelíticas.