Trabajar en entornos adecuados y preparados para desarrollar las funciones correspondientes de la mejor manera posible, es esencial para propiciar un buen entorno laboral. Adecuar los espacios y convertirlos en lugares cómodos, accesibles y funcionales, es otro de los aspectos que deben cuidarse en las empresas. De que los empleados se encuentren agusto en su lugar de trabajo, depende en gran medida el éxito de las empresas.
Hoy en día, adaptar los espacios de trabajo a conveniencia, es posible gracias a la infinidad de soluciones que ofrecen empresas como Veima, expertos en distribución de espacios de trabajo y adecuación de los mismos. Tanto las divisiones necesarias para disponer de cabinas, cubículos o despachos como la distribución más funcional de los espacios y el mobiliario, son cada vez más determinantes.
Gracias a un buen asesoramiento para la distribución de los espacios y la elección del mobiliario y materiales técnicos, las oficinas ganan en confort, funcionalidad y estética, favoreciendo la productividad, la eficiencia y el buen desarrollo de los negocios que se llevan a cabo en las oficinas.
La combinación de mamparas divisorias con el mobiliario adecuado, no solo mejora la imagen de la empresa, también, como ya hemos dicho, influye en la funcionalidad y operatividad del negocio en cuestión.
Aparte de contar con una buena distribución, división y mobiliario, otro de los aspectos fundamentales que están cobrando relevancia en los últimos años, es el cuidado de los suelos. Se presta una especial atención a los pavimentos y suelos técnicos desarrollados, con la finalidad de ofrecer mayor funcionalidad, confort y estética.
¿Para que sirven los suelos técnicos?
Un buen suelo es sinónimo de buen gusto y buena imagen. Contar en las oficinas con suelos limpios, libres de suciedad, ralladuras o desgastados, es indispensable para proporcionar una buena imagen. Dejar a la vista tuberías, cables, líneas de teléfono, etc. ya no esta bien visto. Se persiguen los espacios diáfanos en los que solo quede a la vista lo esencial.
Instalaciones como las tuberías del agua, el gas o los cables de la electricidad, telefonía o redes informáticas, así como los conductos y equipos de refrigeración o calefacción, generan a su paso un incontable numero de elementos de cableado que dañan la estética visual de forma considerable, a la ve que dificultan de manera irritante cualquiera de las modificaciones que deban llevarse a cabo en el espacio. Sin olvidar las posibles y graves, consecuencias que puedan derivarse en materia de seguridad o la dificultad añadida a la hora de ejecutar operaciones de mantenimiento, reparaciones en la estructura o las tareas de limpieza habituales.
Toda esta lista de motivos, entre otros, han dado como resultado, la necesidad de que todos estos elementos, sean escondidos. De esta necesidad de mantener fuera de la vista los diferentes cableados y elementos, pero a su vez, disponer de un fácil acceso a los mismos, surge la creación de los suelos técnicos.
Hablar de suelo técnico, no es hablar del suelo elevado. Este último, el pavimento elevado, se fabrica con materiales tradicionales que se disponen directamente sobre el suelo que se pretende tapar, como el parqué o la tarima flotante. El suelo técnico, consiste en un suelo, diseñado en base a elementos estructurales y modulares, sobre los cuales se colocan placas especialmente diseñadas para este fin y que darán lugar a un suelo definitivo y completo.
Se trata por lo tanto de suelos, prácticamente a la carta, diseñados con una finalidad concreta y que ofrece una serie de garantías y prestaciones, adecuadas y adaptadas a cada necesidad.
Para entender un poco más la diferencia entre el suelo técnico y el pavimento elevado, hay que señalar que este último es un tipo de pavimento sobre un determinado relleno, cuya finalidad es aumentar el nivel del suelo de quince a veinte centímetros. En tanto que el suelo técnico, es un suelo que se eleva con la finalidad de poder realizar las diferentes instalaciones técnicas debajo. Permitiendo la accesibilidad a las mismas para llevar a cabo las tareas de mantenimiento y/o modificaciones necesarias de forma rápida, segura y sin incurrir en trastornos en el ambiente laboral y su normal desarrollo.
Composición del suelo técnico
Como comentábamos anteriormente, los suelos técnicos, son suelos creados y concebidos en forma de módulos y estructuras que, en conjunto, elevan el suelo de forma que debajo, se crea un espacio, adecuado y seguro para llevar a cabo todas esas instalaciones que son necesarias para un normal funcionamiento de las empresas en general.
La instalación de un suelo técnico puede ser la solución ideal para muchas empresas y modelos de negocio, pero antes de aventurarse a elegir colocar este tipo de suelos, es conveniente conocer su composición:
- Los suelos técnicos cuentan con paneles modulares que se forman a su vez por cuatro elementos: núcleo, superficie inferior, recubrimiento superior, canto perimetral. El núcleo de un suelo técnico, se fábrica en diversos materiales, aunque los más comunes son el aglomerado, el sulfato cálcico u otro material inerte a conveniencia. La elección de un núcleo adecuado, determina el rendimiento del suelo en relación con factores como el fuego, la resistencia, el aislamiento térmico y acústico.
La superficie inferior, se fabrica en aluminio o acero y su función principal es proteger el panel. El recubrimiento superior, la parte que se ve, cumple una función meramente estética a elección del cliente, por lo que pueden fabricarse con multitud de materiales como el plástico, la cerámica o el mármol. El canto perimetral ofrece protección mientras se procede a la instalación.
- La estructura. Se trata del armazón donde se colocan los paneles. Se pueden realizar estructuras de diferentes maneras, en función de la cara a soportar, la altura, la resistencia, etc.
- Estos son los elementos que, acoplándose a los paneles, aportan un extra de beneficio o ayuda en concreto. Se pueden colocar accesorios como tiradores para levantar el suelo sin esfuerzo, conectores de redes o enchufes… todo dirigido a facilitar la vida de los usuarios.
Ventajas que ofrece la instalación de un suelo técnico en la oficina
Obviamente, la mayor ventaja que ofrece la instalación de un suelo técnico, es la elevación sobre el anterior pavimento para poder instalar y distribuir debajo las diferentes instalaciones técnicas que se requieren en las oficinas. De esta manera se permite que puedan ser revisadas de forma periódica sin que exista dificultad para llevar a cabo las tareas de mantenimiento pertinentes, ni entorpezca el normal desarrollo de la actividad laboral.
A parte de esta gran ventaja, existen otras tantas que hacen que instalar este tipo de suelo, sea una excelente alternativa:
- Quedan ocultas todas las instalaciones que afean las estancias, armoniza y embellece los espacios de trabajo, eliminando todos los cables, tuberías, etc.
- Ofrece una mayor versatilidad, pues se adapta a las instalaciones en todo momento.
- El rendimiento de su montaje es mayor. La facilidad de montar el suelo, hace que el tiempo invertido en su colocación, sea inferior y, por tanto, se abaraten los costes.
- Su mantenimiento es sencillo y fácil de llevar a cabo.
- Proporciona una excelente accesibilidad a las instalaciones.
- Dispone de una alta capacidad de carga.
- Se fabrican en material ignífugo, lo que ofrece garantías de seguridad mayores.
- Se trata de un producto altamente personalizable en cuestión de acabados y prestaciones.
También apto para viviendas
Es cierto, el suelo técnico se ha concebido para evitar los cableados de las oficinas, así como otro tipo de tuberías necesarias para el normal funcionamiento de las empresas, pero que no necesitan ser visionadas de forma continua. Sin embargo, las viviendas también pueden verse beneficiadas por la instalación de este tipo de pavimentos.
Por tratarse de una solución desarrollada con una finalidad concreta, puede parecer que su campo de uso es único. Sin embargo, se trata de una excelente alternativa a las soluciones tradicionales. Sabiendo en que consiste un suelo técnico, sus propiedades y que va a elevar el piso unos centímetros, puede que a más de uno le interese esta solución si quiere cambiar el suelo de su vivienda y, además, evitar el molesto cableado o tuberías, dejándolas bajo suelo.
Su instalación, rápida y sencilla, es una de sus principales ventajas, sin obviar que permite prescindir de las molestas e incomodas obras necesarias para cambiar o colocar la mayoría de los suelos. En las casas de diseño, o aquellas que cuentan con instalaciones de domótica o incluso suelo radiante, la instalación de este tipo de suelos, suele resultar muy conveniente.
Su versatilidad ofrece la posibilidad de cambiar la disposición de los registros y cableados, cuentan con infinidad de acabados adecuados para situación, permiten unificar espacios con diseño abierto e incluso, crear espacios con doble altura.
Más allá de su valor decorativo, y su funcionalidad, los suelos técnicos, son el recurso ideal para mejorar el aislamiento acústico y térmico de la vivienda.
En conclusión, los suelos técnicos, son una excelente solución tanto para las empresas como a nivel particular. El único pero que se le puede poner es que, al tratarse de soluciones modulares, en plantas complejas o de formas irregulares, puede verse dificultada su instalación, por lo demás, todo son pros.