Los comienzos de las empresas siempre son complicados porque implican que tanto los dueños como los trabajadores den el 120% de sus esfuerzos en lograr hacer un sitio en el mercado a la compañía. Y es que una vez que nuestra marca está consolidada, por lo general, todo suele fluir mejor, sin embargo, los primeros compases, al igual que en la música, siempre son la parte más arriesgada, fundamental y complicada. Así, toda compañía que se crea debe contar con el asesoramiento de expertos que les ayuden, igual que a los niños pequeños, a dar sus primeros pasos sobre tierra firme y segura.
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