Los problemas que las empresas o fábricas pueden llegar a tener no son únicamente de un carácter económico, social o humano. Los números, la productividad de los empleados, las estrategias de marketing a desarrollar, los costes, los beneficios… son sólo una parte de todo lo que hay que tener en cuenta para que el negocio funcione. Evidentemente compone una pieza fundamental en la línea vital del mismo, pero dista mucho de ser lo único a tener en consideración.
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