El año pasado el absentismo laboral tuvo un coste de más de 61.00 millones de euros, un dinero al que han de hacer frente tanto empresas como Estado, dependiendo del caso, pero que casi siempre supone un problema para el empresario. Algunas empresas confían en los sistemas de control de acceso para minimizar estos datos.
Grupo Cayp pone a disposición de empresas, fábricas y multinacionales, diversos productos de control de acceso como el control de huella, en el que es imposible suplantar a un trabajador pues es su huella dactilar la que confirma su estancia en el trabajo.