A pesar de la gran presencia en la vida cotidiana de internet, las redes sociales y, en definitiva, de la comunicación digital, no es desdeñable en modo alguno la capacidad de alcance y sugestión que poseen formatos físicos y analógicos como el correo postal, el buzoneo, el márquetin directo, las promociones cara a cara y demás recursos comerciales tradicionales. Posiblemente su acceso a un determinado número global de personas sea menor que el de las estrategias digitales basadas en las tecnologías de la información, pero por el contrario la masa de clientes potenciales alcanzados es mayor. Es decir, que su proceso de captación se fundamenta en la calidad y no en la cantidad.
“Redefinimos previo estudio las zonas más efectivas para optimizar próximos repartos de publicidad”, explican en este sentido desde Comunicación Baix, empresa de buzoneo en Barcelona. “A través de este tipo de técnicas, facultamos al cliente para optimizar más racionalmente los recursos, reduciendo cantidades y aumentando porcentualmente la respuesta”, agregan desde esta firma especializada cuyo radio de acción comprende tanto el buzoneo en Barcelona capital como todo el área del Bajo Llobregat. Además de este amplio estudio zonal, las ventajas que puede obtener una pequeña y mediana empresa a través del buzoneo directo son las de contar con una asesoría acerca de los parámetros socioeconómicos que determinan las regiones donde habitan los mejores clientes potenciales, a quienes se accede gracias a un censo de buzones debidamente actualizado y a equipos de reparto cualificados y sometidos a un estricto control de eficacia.
“Se realiza un seguimiento minucioso de las zonas de reparto, realizando las supervisiones sin aviso previo, revisando las zonas de Barcelona, que previamente han sido completadas por el equipo de buzoneo, y así garantizar un trabajo acorde a los estándares de calidad de la empresa”, informa al respecto Comunicación Baix. La transparencia, además, es un valor que cotiza al alza dentro de este servicio. A diario se efectúa una reunión conjunta, donde se realiza un control exhaustivo, valorándose la eficacia cualitativa y cuantitativa de buzoneo. En dicha reunión se realiza un informe detallado en el que se especifica, relación de calles y números de Barcelona donde se ha distribuido la publicidad, de las direcciones en las que no se ha podido entrar, etc. pasando posteriormente una copia del informe al cliente, para que así pueda tratar las direcciones y tomar las medidas que crea oportunas, como tratar las direcciones no accesibles a través de otros medios”, detalla la empresa catalana acerca de su proceso de buzoneo en Barcelona.
El correo directo o mailing entra dentro de estas técnicas tradicionales que, a pesar del paso del tiempo, las tecnologías y las costumbres, aún conserva su pegada en la actualidad. Aparte de ese contacto directo con un cliente que posee verdadero interés en el producto o el servicio de la empresa, sus ventajas más evidentes son la velocidad y el bajo coste que suponen este tipo de campañas. Para ello, es necesario recopilar una buena base de consumidores previos, clientes habituales y clientes potenciales, distribuida por conceptos como localización, segmentos de población, categorías de productos preferidos, etcétera. La actualización de la misma debe ser una tarea diaria. No solo para agregar nuevos nombres y direcciones a la lista, cuestión primordial para el incremento del volumen de negocio, sino también para evitar la aparición de nombres duplicados o eliminar de ella a aquellas personas que, por un motivo u otro, ya no sean clientes potenciales –fallecimientos, mudanzas,…-, con el fin de rentabilizar al máximo la inversión en correo directo.
Una vez completado este cometido, se debe diseñar una estrategia para conseguir que el correo enviado capte el interés del cliente desde un primer momento. Es decir, que el mensaje o el folleto en cuestión no sea desechado en la basura. En primer lugar, está la palabra. Estimular la curiosidad, despertar la atracción por una oferta interesante, sugestionar los deseos,… Las variables abiertas en este sentido apuntan a la combinación precisa entre el producto o servicio que la empresa ofrece y las necesidades o apetencias que el cliente pueda tener.
Cuestiones secundarias, aunque también importantes, son aquellas empleadas para provocar un impacto sensorial que atraída la atención del cliente distraído hacia el mensaje lanzado desde la empresa: aquí entran en juego los colores y los formatos llamativos, las texturas y formas atrayentes, etcétera.
En cualquier caso, el mensaje nunca debe perder la cara a su objetivo primordial, que es el de ejercer como intermediario de una compra por parte del cliente. La redacción y la distribución de la información son esenciales para tal propósito. Especificar las ventajas que distinguen a la empresa o el producto frente a sus competidores directos, delimitar un plazo determinado de compra, implementar la oferta con regalos y descuentos, facilitar muestras o pruebas gratuitas, incorporar testimonios de otros clientes, obtener el respaldo de la imagen de una celebridad que pueda encarnar los valores y la misión de la empresa,… Un campo abonado para la imaginación que, preparado con cuidado y talento, es todavía perfectamente capaz de obtener réditos directos para la entidad.