Entre los beneficios que un bufete de abogados puede aportar a una empresa, enumera Trámites Fáciles Santander, despacho especializado en asesoría contable y fiscal en Santander, se encuentran, dentro de labor de asesoramiento y gestión, casos como la confección de nóminas, los seguros sociales, los contratos de los trabajadores, la inscripción de la empresa en la Seguridad Social, la redacción de libros de visitas y matrícula, la afiliación de los trabajadores en la Seguridad Social, la confección de partes de baja médica por enfermedad o accidente, los finiquitos, la preparación de documentos de cotización a la Tesorería General, la afiliación de los trabajadores autónomos, la asesoría para el régimen de actores y artistas,… Numerosos temas, indica este experimentado despacho de abogados en Santander, a los que además cabe añadir otras cuestiones todavía más decisivas en el devenir de la actividad comercial de la empresa, como podría ser el caso de una eventual entrada de la misma en concurso de acreedores.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (Ine), más de 1.400 empresas entraron en concurso de acreedores en el tercer trimestre de 2014, de los cuales 1.313 fueron voluntarios y apenas 88 necesarios. A pesar de que la cifra arroja un porcentaje sensiblemente inferior al del mismo periodo de 2013, en concreto el 28,8 %, el concurso de acreedores es una amenaza capaz de poner en jaque a muchas de las pequeñas y medianas empresas que componen el grueso del tejido comercial e industrial de España. De hecho, los datos provisionales para el cuarto trimestre del año pasado experimentaban un ascenso hasta los 1.677 concursos de acreedores. Este tipo de situación es, en el sentido judicial, un procedimiento que se sigue ante un juez y que viene motivado cuando una entidad no puede satisfacer sus obligaciones legales –hacer frente a las diferentes cantidades debidas a sus acreedores-, de modo que el concurso buscará compensar el interés que estos poseen acreedores sobre la empresa –el cobro de sus créditos- y el de la propia empresa sometida al proceso –que salga de la situación sin ninguna responsabilidad-. Es decir, que el concurso de acreedores trata de acomodar la devolución de la deuda con la viabilidad a corto plazo de la empresa. Por tanto, aunque no sea un resultado que se dé siempre una vez concluido el proceso, el concurso de acreedores no pretende disolver o liquidar una empresa. Se puede sobrevivir al concurso de acreedores, en definitiva. Contar con el respaldo y la experiencia de un equipo de abogados especializados resulta una medida clave para adquirir una ayuda eficaz para guiarse a través de los procelosos recovecos legales, laborales, contables y judiciales que implica el asunto. “Aunque el concurso de acreedores se vea con recelo, no deja de ser una vía mercantil que intenta conservar y mantener la actividad de la empresa. Sin embargo, muchas veces se confunde con la quiebra o la liquidación”, declaraba Juan Francisco García, presidente del club de baloncesto Estudiantes, en el portal especializado emprendedores.es.
Obviamente, el concurso de acreedores comporta un alto coste para la plantilla y los recursos de la empresa, por lo que conviene que los trabajadores contemplen este vía crucis como un sacrificio inevitable que tiene como compensación la garantía del propio puesto de empleo en el futuro, ligado a la supervivencia de la empresa que lo sustenta. En consecuencia, mantener motivada e implicada a la mano de obra para que la producción y los resultados económicos de la empresa no se vean desmoronados ante los costes que implica el concurso de acreedores es un paso fundamental para que los resultados de este trance sean positivos. “Conservar la paz social es una cuestión fundamental para garantizar la continuidad y la viabilidad de una compañía que va a afrontar un proceso concursal. La plantilla es uno de los activos esenciales de cualquier empresa y el mantenimiento de los niveles de productividad resultará esencial para garantizar la actividad, así como para mantener unos niveles mínimos de generación de caja que permita hacer frente a los pagos que se vayan devengando desde la declaración judicial de concurso de acreedores”, señalaba en este sentido José María Marrero, responsable de KPGM Concursal, también para emprendedores.es. Aquí, explica Marrero, la transparencia desempeña un papel fundamental para coaligar los esfuerzos de la dirección y de los trabajadores, unificando su cometido y repartiendo equitativamente su cuota de privaciones en aras del bien común de ambos, que es la empresa. En su opinión, la plantilla debe conocer en todo momento y de primera mano “cuáles serán las medidas que se van a adoptar y cuáles son los objetivos pretendidos durante la situación de crisis. De esta manera se ayudará a fomentar un entorno de mayor tranquilidad entre el personal”.